Hay 70.000 familias que no tienen techo propio en Neuquén

NEUQUÉN.

Las respuestas públicas o privadas son insuficientes para satisfacer la demanda de sectores que no pueden alquilar y pagar cuotas. También de los mayores de 50.

Cómo hacés para pagar la cuota y el alquiler?”, se pregunta Natalia quien a sus 40 años se separó e inmediatamente pasó a formar parte del sector social que no cotiza para garantizar la devolución de un préstamo en un banco y tampoco para acceder a una vivienda del Estado.

Aduce que como empleada de comercio puede pagar un alquiler de $4.000, vivir, mantener a su hijo en edad escolar y la capacidad de ahorro es nula. Contó que para tener algún tipo de expectativa en los barrios que se construyen a instancias del Instituto Provincial de Vivienda tiene que tener más hijos, para el Procrear se le pide tener un terreno “que de por si son escasos y caros” y para la operatoria de la banca oficial, el requisito es que la cuota no “equivale al 80% de lo que cobro”.

Silvia es jubilada, vive sola en un monoambiente que alquila y por el cual debe depositar la mitad de lo que gana en la inmobiliaria. Aprovecha su profesión para ayudar a otro profesional y así obtiene “resto” para mantenerse. “Como tengo casi 60 no me dan créditos porque se necesita que lo pague en 20 o 25 años y como soy sola prácticamente no tengo chances de una casa del Instituto”, relató.

Ellas, como varios miles, reciben como un bofetón los valores del mercado inmobiliario neuquino que se valoran “a precio petrolero” donde la demanda es superior a la oferta.

En el año 2009 se creó el Registro Único Provincial de la Vivienda, Ruprovi, una especie de valla insalvable que deben sortear quienes quieran acceder a una casa que tenga financiamiento estatal. Tiene 29.657 grupos familiares, de lo cuales 23.607 se postulan para una vivienda nueva, el resto es para un loteo, ampliación, refacción o construcción con terreno. Un 57% es de la ciudad de Neuquén y desde que se creó se entregaron 5.693 viviendas.

Se admite que es un porcentaje de la demanda habitacional y que existe otro grupo social que no golpea la puerta del Estado. La Unión de Inquilinos y las cooperativas La Sirena y Techo Digno estimaron en 70 mil el número de familias que no tiene techo propio.

“Actualmente en la provincia de Neuquén existen más de 120.000 inquilinos. En la ciudad de Neuquén capital existen más de 33.000 ciudadanos en asentamientos (tomas) y más de 70.000 inquilinos”, informó Pamela Gaita de la Unión de Inquilinos de Neuquén quien adujo tener la voz de los ciudadanos que no pueden acceder “dignamente” a su vivienda e instó a trabajar en conjunto al Estado y sus instituciones para generar políticas de protección de la vivienda, ya que hablar de vivienda es hablar de Familia”.

“La falta de viviendas produce un daño social irreversible por el impacto negativo que tiene vivir en tomas o hacinados en sitios que no son aptos”, dijo Julio César Ruiz presidente de la cooperativa Movimiento Techo Digno.

Su colega Jorge Salas de la Cooperativa de las 127 Hectáreas La Sirena es proclive a “recuperar la cultura del pago porque si los 50.000 adjudicatarios pagaran por su casa, se podrían construir 50 nuevas por mes con ese dinero”. Es consciente que “la urbanización de la meseta en Batilana es una inversión multimillonaria, una utopía, cuando hay lotes ociosos que son de los estados municipal, provincial o federal”.

Dicen que hay lotes fiscales para urbanizar La Cooperativa La Sirena lleva adelante emprendimientos en Plottier, en el barrio neuquino que le da nombre y en Centenario con unos 4.000 socios. Jorge Salas aseguró que la constitución de la entidad equilibró la oferta de lotes con servicios y sistemas de construcción en seco. “Hay que recuperar la cultura del pago”, dijo al tiempo que indicó que el Estado, por ausencia de decisión política, pasa por alto el cobro y evitar la continuidad de los fondos. Proponen títulos para la construcción La Cooperativa Movimiento Techo Digno propuso que en la reglamentación de la ley 2771 se prevea la constitución de un fondo fiduciario con fondos de las regalías y del Fonavi y además que se emitan los Títulos Neuquinos para fomento y construcción de Viviendas, Tinevi. La idea es obtener fondos para inyectar al mercado “y de esta manera buscar la generación de mano de obra” dijo Julio Ruiz. La entidad que preside es comitente en la construcción.

Las cooperativas que facilitan 22 entidades intermedias trabajan con el IPVU y ADUS, 12 de la ciudad de Neuquén y 10 del interior. La condición para que sus socios puedan acceder a una vivienda es la inscripción en el Ruprovi. Cruce. El IPVU informó que se realiza una depuración del registro con el Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social para eliminar a quienes tengan casa y mantengan la inscripción. ADUS informó que trabaja con el Círculo Policial, La Ruca, Covisal y se trabajó con la MTD, 127 hectáreas, 14 de setiembre, 14 de octubre, Mutual Patagonia, Asomupat, Personal policial, Mercantiles, Perito Moreno y Ammun. Lotes. Como entidades intermedias, las cooperativas aportan tierras donde ejecutar las obras, el proyecto y los aspirantes que deben estar inscriptos en el Ruprovi. 5 años se pide como antigüedad en la provincia y la familia debe tener domicilio unificado. “Una de las formas de reducir el déficit es que se genere una operatoria que sea apta para todos, si no trabajamos para subsistir”. Pamela Gaita de la Unión de Inquilinos Neuquinos ofrece una trinchera de defensa. “Hay otras 573 en toda la provincia que estamos por licitar y cerca de 1.000 que vamos a gestionar ante las autoridades nacionales”. El gobernador Omar Gutiérrez al hablar en la entrega de 88 viviendas.

Fuente RN

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